Estudio con realidad virtual descubre que los prejuicios raciales se pueden revertir poniéndose en los pies del otro

30/12/2013 - 1:00 am
 Los científicos de la Universidad de Barcelona aseguran que la mayoría de las personas tienen algún prejuicio racial. Foto: Joan Manuiel Baliellas,   El Mundo
Los científicos de la Universidad de Barcelona aseguran que la mayoría de las personas tienen algún prejuicio racial. Foto: Joan Manuiel Baliellas, El Mundo

Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).- No sólo se trata de una sospecha empírica, ahora también los científicos aseguran que la mayoría de las personas tiene algún prejuicio racial. No obstante, un grupo de investigadores asegura que una corta temporada en el mundo virtual podría ayudar a combatirlo.

De esta manera, un estudio de realidad virtual llevado a cabo en la Universidad de Barcelona (UB) explora desde hace un año qué grado de racismo implícito existe en los individuos. Pero además descubrió que, contrario a lo que se pensaba, este no es un rasgo fijo del carácter, sino que es reversible.

“Todos tenemos ciertas actitudes racistas implícitas, es algo que está dentro de nosotros”, dijo la investigadora Sofia Seinfeld. Sin embargo, dado que no está socialmente bien visto y no ocurre a un nivel explícito, “está comprobado que es algo que puede ser alimentado por las noticias o las experiencias cotidianas”, agrega.

El equipo de investigadores a cargo de Mel Slater realizó una prueba a los participantes en el estudio conocido como “asociación implícita” varios días antes de someterlas al experimento, que implicaba verse a sí mismo en un espejo con otro color de piel por medio de la tecnología, publicó el diario español El Mundo.

Sin embargo, el experimento no paró ahí, y después de su experiencia en el mundo virtual se les practicó a los voluntarios la prueba de nuevo, mostrando que sólo aquellos que “estuvieron” en el cuerpo de alguien con piel oscura mostraron un cambio de actitud.

La prueba consta de tres fases. En la primera se efectuó un Test de Asociación Implícita para medir el grado de racismo, la cual consistió en relacionar de forma rápida, casi instintivamente y por reflejo, una lista de palabras y rostros (blanco y negro) a conceptos antagónicos: positivo y negativo.

Los investigadores descubrieron que el racismo no es un rasgo fijo del carácter, sino que es reversible. Foto: UB
Los investigadores descubrieron que el racismo no es un rasgo fijo del carácter, sino que es reversible. Foto: UB

Esta fase se realizó unos tres días antes de participar en la segunda parte del test, el momento clave del experimento, en el que un voluntario se transformó en un avatar por medio de la realidad virtual, de manera que durante seis minutos, el individuo experimenta la ilusión de ser de otra raza.

Finalmente, tras la ilusión virtual la última fase consistió en repetir el test. Así, los resultados que arrojó el estudio, realizado con 60 estudiantes de la Facultad de Psicología de la UB (todas de raza blanca), mostraron que al repetir el test, el nivel de errores en la variante blanco/negativo y negro/positivo disminuye, dejando en claro que “meterse en otro cuerpo” puede cambiar las “actitudes interpersonales negativas” y contribuir a “reducir el racismo implícito”, dice Seinfeld. “No se trata de algo estático, sino flexible. Y podría utilizarse en otros ámbitos, como el machismo o el nacionalismo”, agrega la investigadora.

“El sesgo hacia una raza u otra se encuentra en el inconsciente, y este experimento permite desarrollar una mayor empatía hacia otras procedencias étnicas al permitir que el usuario se identifique con ellas”, añade.

Por otra parte, Slater argumenta que las personas siempre construyen grupos de inclusión y exclusión, “y define su grupo como opuesto a otro, pero el psicológo Mark Levine y otros nos han mostrado que esos grupos son, en realidad, bastante flexibles”.

De esta manera pone como ejemplo a los aficionados al fútbol, los cuales son por regla general hostiles frente a hinchas de otro equipo. Sin embargo, cuando se les pide que piensen en sí mismos como aficionados a ese deporte en general, se ven a sí mismos dentro de una gran alianza común de seguidores de fútbol. “Con el racismo sucede algo parecido si logras crear otro tipo de alianza, de tipo social, no étnica”, agrega.

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